Hoy te traigo una receta diferente que creo que te va a salvar más de una merienda, incluso puede quedar genial como postre para impresionar a tus invitados.
Es un dulce crudivegano, pero muy diferente a los habituales. Normalmente se abusa de los frutos secos, se hacen mezclas indigestas y suelen estar hasta arriba de siropes… Yo te traigo algo más ligero.
Es un pastelito sin siropes, sin mezclar frutos secos, alto en proteína y con el mínimo de azúcar, tan sólo el que lleva la fruta.
Aquí tienes la receta:
Ingredientes:
(C: cuchara grande; c: cuchara pequeña)
- 5 nueces
- 2 C de trigo sarraceno germinado y deshidratado (o más nueces)
- 2 dátiles Medjool (si son de otra variedad más pequeños y secos pon 4 o 5 y déjalos en remojo 1h)
- 1 C de algarroba (o de cacao) en polvo
- 1 c de canela (opcional)
- 1 pizca de sal
- 1 higo (o la fruta que tengas en casa)
Puedes comprar trigo sarraceno germinado y deshidratado o hacerlo tú mismo:
El trigo sarraceno es la semilla más fácil de germinar. Ya que te pones haz mucha cantidad y consérvalo en un bote de cristal para ir usándolo cuando lo necesites, aguantará 1 mes o más.
Deja en remojo 500 g de trigo sarraceno 15 min. Escúrrelo en un colador y colócalo sobre un bol (es importante que la base del colador no toque con nada, para que no se inunden las semillas). Déjalo ahí 24 h y germinará. Debes regarlo 1 o 2 veces durante esas 24 h para que siempre esté húmedo.
Para deshidratarlo y que quede crujiente:
Coloca el trigo sarraceno germinado en una bandeja forrada con un papel de horno. Ponlo al sol unas 8 h o hasta que esté seco y crujiente. También lo puedes hacer en un deshidratador.
Si esto te parece complicado, elimina el trigo sarraceno y añade más nueces o incluso copos de avena. Pero el trigo sarraceno germinado y deshidratado mola mucho por su efecto crujiente, a parte de reducir las grasas totales y añadir proteínas, vitamina B y ¡¡toda la vitalidad de una semilla germinada!!
Ahora sí, vamos al lío:
- En una picadora, pica las nueces hasta formar una harina granulosa. Y, por otro lado, pica el trigo sarraceno (no hagas harina, deja algunos trocitos crujientes).
- Pica los dátiles hasta que se forme una bola. Añade las nueces y el trigo sarraceno ya picados y pica de nuevo. Se formará una masa de granos sueltos.
- Añade la algarroba, la canela y una pizca de sal marina y pica de nuevo. Ahora forma una bola con la masa, compactándola con las manos.
- Forra un molde pequeñito con papel de horno. Coloca la bola en el molde y apriétala bien hasta rellenar toda la base del molde. Refrigera 1 o 2h antes de desmoldarlo.
- Desmolda, dale la vuelta y coloca por encima rodajas de un higo maduro (o de kiwis, fresas, plátanos… ¡la fruta que quieras!).
Espero que te haya gustado este desayuno/merienda rápida y nutritiva. Es energética, pero no te aportará calorías vacías sino una energía limpia y fácil de utilizar en tu día.
Hasta pronto Seres Vitales!!